Publicado: 25 de Mayo de 2020
Cuando llega el momento de sustituir los neumáticos de nuestro coche, son muchas las personas que se hacen la misma pregunta. ¿Dónde colocar los nuevos, delante o detrás?
Los neumáticos delanteros, por lo general, sufren un desgaste más rápido, ya que soportan el peso del motor, la dirección y tracción en muchos coches. Por este motivo, la mayoría de la gente cree que la mejor opción a la hora de cambiar las ruedas de nuestro vehículo, es colocar las nuevas en el eje delantero, en el caso de que solo vayamos a sustituir dos.
Sin embargo, la elección más segura y recomendable, es montar las nuevas en el eje trasero, independientemente de si el coche es de tracción delantera o trasera.
Los expertos coinciden en esta afirmación por varias razones que tienen que ver con la seguridad y el agarre.Las más destacadas son:
- Reducir el riesgo de aquaplaning. El aquaplaning es un deslizamiento de las ruedas,provoca una flotación sobre el agua de la carretera. Por lo que si conducimoscon lluvia, y conneumáticos nuevos o seminuevos delante, tendremos un eje con cubiertas que evacuan mejor el agua y con un mayor peso producido por el motor, lo que evita que los neumáticos floten; sin embargo tendremos el efecto contrario en el eje trasero, que si además de no tener peso,está compuesto por ruedas más desgastadas, aumentamos mucho la posibilidad de que estas floten en superficies acuosas.
El aquaplaning es uno de los fenómenos con más peligro en la carretera y toda precaución es poca.
- Es más arriesgado pinchar o reventar un neumático trasero que uno delantero. Si sufrimos un pinchazo en el eje de atrás, podemos perder el control del vehículo con mayor facilidad.Los neumáticos viejos o desgastados son más proclives a pinchar o reventar,por eso es más recomendable que las cubiertasmás nuevas estén siempre colocadas detrás.
- Disminuir el riesgo de Sobreviraje (Conocido coloquialmente como “hacer un trompo”. El sobreviraje ocurre cuando el eje trasero pierde adherencia en una curva, y el coche gira más de lo que debe. Con neumáticos nuevos o menos desgastados en el eje posterior conseguimos un mayor agarre, reduciendo así el peligro de este fenómeno.
No obstante, nunca hay que llegar a un punto extremo, en cuanto al desgaste (1.6 milímetros de profundidad es lo que marca la ley), y si los cuatro neumáticos están gastados, la opción más segura es sustituirlos todos al mismo tiempo, evitando así situaciones de peligro.